¿Te has dado cuenta que el camino es tuyo y solamente tuyo? Entonces, simple, dalo todo de ti, genera para ti, sueña para ti, confía en ti, lucha por ti y apóyate a ti. El día que hagas todo esto los demás te respetarán, porque comprobado está que cuando nos olvidamos de nosotros mismos por darlo todo a otros la ecuación marca un profundo eco tipo las películas que te dice… Nooooooooooo, ¡así no son las cosas! debes primero procurarte a ti, ver por ti, llenarte de vida, creer en tu trabajo, en tu forma, en tu esencia para que entonces y luego entonces eso que generas para ti, los demás lo vean maravilloso y te respeten, porque si te respetas a ti mismo también te respetarán. No funciona a la inversa, no funciona el sacrificio porque al final te darás cuenta que NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE te lo ha pedido.
Rescatemos nuestros sentimientos por encima de los demás, date amor, crece y genera todo lo que te hace feliz y vuelve a hacerlo hasta que te salga bien.
Paremos de sentir decepción por aquello que esperábamos no llega, por esa llamada, por esa atención, por ese te amo, paremos de pedir el reconocimiento de los demás y el amor de otros, elevemos la consciencia y al hacerlo llenémonos de amor propio y caminemos hacia ese sueño, esa ilusión, ese viaje, ese saber estar. Reír, pintar un cuadro, generar alegría, y no busquemos el reconocimiento de nadie para que nuestra cara tenga esa media luna llamada sonrisa.
Dejemos de buscar el aplauso, dejemos de buscar la aceptación y busquemos la nuestra propia, haz lo que te plazca, valora a esa persona del otro lado del espejo.
Un día, encontrarás satisfacción a esa soledad, a ese estar contigo mismo y darte cuenta que eres pleno, que te sientes genial por el simple hecho de que tu vida te pertenece a ti y a nadie más que a ti, te gustará el anonimato, te encantará no ser reconocido por nadie y darte cuenta que es tú historia, no la de nadie más.
Cuando esto ocurra, será el día en que se acabaron las tormentas para ti.